La banca abierta todavía es una oportunidad por explotar en España
La banca abierta no acaba de despegar en España. A pesar de la popularización que han experimentado en los últimos años las fintech, este sector se sitúa a la cola de las empresas que generan más confianza entre los usuarios españoles para gestionar sus ahorros, según refleja el informe Open Banking España, elaborado por Monitor Deloitte.
La principal conclusión que se desprende del informe es que en este momento no confluyen los factores para que fintech y bigtech puedan competir realmente con la gran banca. “Hoy por hoy no se dan las condiciones necesarias para que haya una adopción de banca abierta de forma relevante porque el cliente sigue teniendo como referencia a los grandes bancos. Las bigtech o fintech aún no generan tanta confianza como para que se dé un cambio en el sector”, explica Gorka Briones, socio responsable de Monitor de Deloitte.
Y es que, aunque en otros países se ha puesto en cuestión el dominio de la gran banca frente a nuevos actores como las grandes tecnológicas según el estudio realizado por Deloitte, en España los grandes bancos siguen gozando de la mayor confianza de los clientes para la gestión de sus ahorros (el 47% de los usuarios encuestados). Les sigue a cierta distancia la gran distribución (37%) y mantienen un gran margen respecto a bigtech (25%), energéticas (25%), aerolíneas (23%), telecos (19%), banca mediana (17%) y fintech (10%).
Los principales factores, la edad de los clientes, la baja predisposición al cambio o la falta de información. De hecho, entre los clientes más expertos en finanzas, las empresas tecnológico-financieras, se sitúan al mismo nivel de confianza que la gran banca (17%). Además, más del 29% del total de expertos y profesionales encuestados por Deloitte confiarían en fintech y/o bigtech de cara a gestionar sus ahorros frente al 27% que confiaría en modelos de banca tradicional
«Para los colectivos que conocen muy bien la regulación y la tecnología saben que las fintechs están reguladas y que se puede trabajar con ellas, pero no sucede lo mismo con el cliente medio en España», explica Briones.
Confianza y privacidad
La otra métrica en la que la gran banca española sale reforzada, es en la confianza que genera en el cliente a la hora de gestionar sus datos personales. Los grandes bancos se sitúan a la cabeza con el 53% de los clientes, seguidos de nuevo por la gran distribución (38%), energéticas (30%), aerolíneas (28%), banca mediana (24%), telecos (23%), bigtech (20%) y fintech (10%).
“Existe una alta correlación entre la confianza necesaria para gestionar los ahorros de los clientes y la requerida para gestionar su información, siendo las bigtech los únicos actores que tienen el reto de alinear ambas percepciones”, afirma Briones.
Y es que, un modelo de banca abierta requiere la predisposición del cliente a compartir datos con terceros. En este aspecto, los usuarios son conservadores: solo un 16% estarían dispuestos a compartir información sobre sus transacciones bancarias con alguna organización a cambio de beneficios.
«Los nuevos actores tienen que trabajar mucho en generar confianza al cliente porque hoy no la tienen y explicar muy bien qué van a hacer con sus datos porque el cliente no está a gusto cediendo la información. También deberían pensar en modelos de distribución híbridos, porque con las propuestas solo digitales al cliente no llegan tanto como un modelo en el que hay asesores personales y personas físicas. Para tener impacto en los clientes españoles se debe entender bien cómo compran los clientes españolas y seguimos teniendo mucha confianza en la persona física», concluye Briones.
La banca abierta tiene como principal objetivo brindar a los clientes la oportunidad de controlar y hacer un mejor uso de su información personal y financiera a través de una mayor y más competitiva oferta de productos y servicios bancarios.
La entrada en vigor de PSD2 (Segunda Directiva de Medios de Pago) junto con la normativa de desarrollo, conforma el marco regulatorio de referencia a nivel europeo para impulsar un modelo de banca abierta. Sin embargo, la evolución de la demanda de estos servicios financieros no alcanza los niveles esperados que llevaron a los reguladores a impulsar este nuevo modelo de banca por lo que en España todavía se trata de una oportunidad a explotar.
FUENTE: CINCODIAS.COM